BATALLA GANADA, UNA GUERRA MENOS

IMG_20190710_204406Aunque comparto la filosofía de Walt Whitman, que decía que las batallas se pierden con el mismo espíritu con que se ganan, lo cierto es que desde que hice la primera Batalla de Rande he luchado por conseguir mi trofeo.

El día 22 de junio disputé mi 4ª Batalla de Rande con las espadas en alto, mi principal objetivo era ganarla en la categoría de sin neopreno.

Esta edición se planteaba muy diferente a las anteriores, además de la categoría “sin neopreno” añadida hace unos años, se creó un grupo ultrarápido, mixto que no debía de cumplir las paradas de avituallamiento como el resto y donde cada participante debía llevar su propio kayak de apoyo que le proporcionaría avituallamiento en cualquier momento del recorrido. Salían los útlimos, 5 minutos después del grupo 1 y debían adelantar a todos para alcanzar la isla de San Simón los primeros. Como las condiciones de nado eran diferentes, ya que no tenían que hacer las 4 paradas obligatorias de 20 minutos en total, este grupo tenía su propia clasificación en la llegada con un único ganador.

IMG_20190622_122524El resto salíamos igual que otros años, 98 nadadores agrupados por ritmo de nado en 5 grupos, que salían de menos a más velocidad desde las 8:00 de la mañana hasta las 10:20, que era la hora en la que empezaba mi grupo, el G1, el más rápido.

En la espera para la salida en la Playa de Rodas pude saludar a muchos compañeros de Batallas anteriores, a 2 compañeros italianos que nadaron conmigo la Vuelta a Manhattan en agosto de 2018 y pude conocer a muchos Triples Corona y ultranadadores de aguas abiertas, que se reunieron en esta edición.

IMG_20190622_144349759Mientras se van dando las salidas sucesivas me voy equipando y calentando los músculos. Mi objetivo principal es estar muchas horas nadando en agua fría, como preparación para el Canal Norte, que lo afronto a finales de julio, pero también quiero disputar la victoria de la prueba sin neopreno. Con estas premisas empiezo a nadar tranquilo a las 10:20, cerrando el grupo G1.

El primer avituallamiento lo tenemos en km 4 y a partir de ahí uno cada 3 kms. Las 4 primeras paradas son obligatorias y duran 5 minutos, se pasa más frío estando quieto tanto tiempo, pero a mi me viene bien para entrenar, me da confianza saber que aguanto sin temblar. A partir del km 13 la travesía es competitiva, me quedo rezagado en el avituallamiento y salgo muy fuerte para cogerles. Este sprint de 500 metros me pasa factura en el hombro, pero consigo llegar y formar grupo con Fernando, Marcos, Eduardo, Iskander y José Eduardo el brasileño. Vamos parando en todos los avituallamientos, comemos y bebemos rápido y seguimos nadando fuerte.

IMG_20190622_161733647En el 5º avituallamiento Elena me dice que no tengo a nadie delante sin neopreno, ya se ve el puente y la corriente nos arrastra hacia dentro, por lo que decido no forzar, marcar bien la técnica de brazada para respetar el hombro y seguir adelante. Llego muy rápido al Puente de Rande y ya dentro de la ensenada nado incómodo con el viento de lado. Aún así, este tramo se pasa muy rápidamente y en los últimos metros aprieto un poco para llegar a la rampa de la isla de San Simón a las 17:04 delante de mi compañero brasileño Jose Eduardo.

IMG_20190622_212940Mi tiempo oficial de 6 horas, 44 minutos y 1 segundo se convierte en el récord de la prueba, tal como recoge la Federación Internacional (Marathon Swimmmers Federation) y me da la ansiada victoria, además de proporcionarme un extra de confianza para afrontar el Canal Norte a partir del próximo 21 de julio, donde me enfrento a 35 kms con el agua algo más fría que otro años entre 11º y 12º.

Aquí tienes una selección de fotos (¡gracias Iskander!):

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The Big Apple

IMG_20180825_062011Después de la alegría de conseguir el segundo peldaño de la Triple Corona el 15 de junio en California y de unos días de descanso, vuelvo a los entrenos, enfocados esta vez en mi siguiente reto, el último paso para lograr la Triple Corona.

Se acabaron los entrenos de noche y con aguas frías, ahora toca prepararse mentalmente para el formato de la vuelta a nado a la isla de Manhattan, que afrontaré el 25 de agosto.

Reservamos billetes al JFK y alojamiento cerca de Times Square con unos días de antelación para adaptarnos a la diferencia horaria y en esos días previos aprovecho para entrenar en una de las piscinas públicas de Nueva York, cuya acceso es gratuito.

Poco a poco han ido publicándose los detalles de la prueba, seremos 15 nadadores y empezaremos a nadar de forma escalonada en orden inverso al ritmo de inscripción, daremos la vuelta a nado a la isla de Manhattan en sentido contrario a las agujas del reloj y la hora de salida, para aprovechar al máximo las corrientes de las mareas, será entre las 7:00 y las 7:30 de la mañana del 25 de agosto.

IMG_20180825_061105Nos citan a todos a las 5 de la mañana en el North Cove Marina, detrás de la tristemente conocida zona de las Torres Gemelas, donde nos presentan a nuestros observers o árbitros y kayakers, uno por nadador, recibimos las últimas instrucciones y embarcamos rumbo al lugar de salida, el histórico muelle Pier A, con la Estatua de la Libertad justo enfrente. En mi barco, el Together II, irán Dana Page como árbitro, Sergio y Elena como asistentes, el capitán Ed Dottino y el marinero, además mi kayak lo tripulará Manuela, que será la encargada de darme los avituallamientos.

Subimos al Together II sobre las 6:00 y nos dirigimos a la zona de salida, desde donde a las 7:05 sale la primera tanda de nadadores, en este caso 1 nadador en solitario, la segunda tanda empieza a las 7:10, con 5 nadadores, a las 7:20 arranca el grupo de 6 donde se encontraba Juanjo Caselles, el otro nadador español que coincidió en este reto conmigo y por último a las 7:30 saldríamos los 3 nadadores restantes.

A las 7:25 me viene a buscar la moto de agua para llevarme al punto de salida, realmente nunca coincidí allí con los otros dos nadadores, a una ni la vi y el otro ya había empezado a nadar cuando llegué. La salida fue bastante confusa, pues no se oyó el bocinazo que había sonado con las otras 3 tandas, pero como el objetivo no era ganar la carrera, sino lograr la Triple Corona, no me preocupó.

Rápidamente me vi el último de esta comitiva de 15 nadadores, 15 kayaks, 15 barcos acompañantes, varias motos y barcos de control de la travesía y tres o cuatro lanchas de la policía, que escoltaban al grupo.

IMG_20180825_074753_BURST3Empiezo bajando por la zona sur del río Hudson, para rápidamente girar a la izquierda y entrar en el río East. La corriente a favor es tremenda y nado cómodamente, pasa media hora y ya llevo 4 kilómetros, sigo el último pero ya veo al penúltimo, mi amigo Juanjo, al que adelanto después de pasar por debajo del puente de Brooklyn. He pactado con Manuela que pararé cada hora para comer y beber, tengo las bolsitas numeradas como en California para entendernos bien, ya que ella es francesa. Tiene en su kayak un poco de todo y en caso de necesitar algo, en el barco Elena lo prepararía.

Después de 8 kilómetros llega la primera hora y hago la primera parada. Como un sandwich de nocilla, bebo agua y sigo nadando, adelantando a algunos compañeros y viendo a otros por delante. El tráfico en este tramo es caótico, me encuentro de frente con una excursión de motos de agua, de la que me protege mi barco acompañante, Manuela me desvía hacia la derecha porque va a amerizar un hidroavión, etc. Antes de las 2 horas de nado alcanzo la zona de Roosevelt Island, hemos llegado demasiado pronto por lo que tendremos corriente en contra un buen rato, hasta que cambie la marea. En esta zona adelanto a casi todos los nadadores que luchan contra la corriente. Elena escucha las instrucciones en español del kayaker de IMG_20180825_103416_BURST19Juanjo, que le lleva por la orilla izquierda para evitar la fuerte corriente central, se las pasa a Manuela en inglés y conseguimos esquivar algo de corriente, tomo el segundo avituallamiento justo antes del cambio de marea, medio plátano y cocacola en el kilómetro 13,5 justo enfrente de Mill Rock y sigo nadando hacia el río Harlem.. Me encuentro genial, voy entretenido viendo la costa de Manhattan, a medida que nos acercamos al norte el paisaje cambia radicalmente, los grandes rascacielos del Skyline dan paso a edificaciones más bajas con muchas zonas verdes. El río se va estrechando y la corriente me favorece, alcanzo la tercera hora, 17 kms y es mi turno de comida, paro y me tomo un sandwich de nocilla con agua, empiezo a nadar de nuevo y vomito. Es en este momento cuando me doy cuenta de que he tragado agua del río, que está muy sucio y me ha hecho daño al estómago. Soy consciente de que esto va afectar a mi rendimiento, pienso en que ya llevo mucho nadado, quedan casi 30 kilómetros, pero tengo mucha gente apoyándome y me acuerdo de mis Pequeños Valientes que me dan fuerzas, aprieto los dientes y sigo nadando.

IMG_20180825_152507_BURST18A las 4 horas de nado llevo 23 kilómetros, intento comer algo pero no puedo, me conformo con unos buches de cocacola y sigo adelante, intento entretenerme con el paisaje, cuento los puentes que voy pasando, en el río Harlem hay 10 de los 20 totales y están muy seguidos. Justo delante tengo al nadador rumano que salió conmigo y que debe estar pasando por una pájara peor que la mía, nos ponemos en paralelo y me lo tapa su barco acompañante. Me concentro en seguir adelante, la verdad es que el río ayuda y siento que con cada brazada avanzo mucho, deseando que acabe el Harlem para afrontar los últimos 20 kilómetros del río Hudson.

En 4 horas 45 minutos giro para entrar en el Hudson y es ahora cuando empieza el verdadero sufrimiento. El viento que sopla en contra provoca olas que me hacen nadar muy incómodo y se me resiente la lesión del hombro. Paro para tomar ibupofeno un poco antes de las 6 horas.

IMG_20180825_155158_BURST11El paisaje va cambiando, vuelven los grandes edificios y el tráfico marítimo crece en cantidad y tamaño. A la altura de Central Park el trasiego de embarcaciones rápidas es constante. El Together II navega delante mía haciendo eses para protegerme lo que provoca más olas, aunque es absolutamente necesario para evitar que me arrollen.

Al cumplir la séptima hora, con 40 kilómetros nadados ya ni siquiera intento comer, tan solo bebo un poco de agua y cocacola y sigo mi pequeño calvario hacia mi gran triunfo. Los paisajes son cada vez más conocidos, el Intprepid of the seas, los Piers, el Skyline… se acerca el final y me animo sabiendo que voy a lograrlo.

IMG_20180825_161012Dejo a mi derecha al Norwegian Gem, un gran crucero que tiene la deferencia de dejarme pasar antes de zarpar y un poco más adelante casi me lleva por delante uno de los pequeños ferries que van a Nueva Jersey. Gracias a Manuela consigo esquivarlo y de pronto veo gente animándome desde tierra, están en Pier A y la meta está un poco más adelante, justo en el mismo punto desde donde salimos, el edificio con el reloj de Battery Park. Casi sin darme cuenta he terminado, Dana para el cronómetro en 8 horas y 20 minutos, me recogen en la moto de agua y me llevan al barco. Me siento, descanso un poco y me froto los ojos mientras pienso, lo tengo! He dado la vuelta a la isla de Manhattan, he nadado 48 kilómetros en 8:20 y he vendido mis brazadas a favor de la Asociación de niños con cáncer Pequeño Valiente.

¡Ya tengo la Triple Corona!

Ahora toca recuperarse, relajarse y disfrutar unos días con Sergio y con Elena del fantástico caos de esta gran ciudad.

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NEW YORK, NEW YORK

WhatsApp Image 2018-08-16 at 12.54.18En pocos días estaré volando hacia Nueva York, donde espero conseguir mi Triple Corona el próximo sábado 25 de agosto, después de terminar la vuelta a nado a la isla de Manhattan.

Toda la información antes y durante la travesía, incluido mi track particular que irá a bordo de mi barco, el Together II, se podrá seguir en Facebook y en Twitter.

Además, la información y track oficial de  los 15 participantes se podrá consultar en tiempo real en la web de New York Open Water:

¿Venderé mis 65.000 BRAZADAS VALIENTES? ¡Ayúdame a conseguirlo comprando brazadas y compartiendo el cartel!

Promocion Peque Valiente-Manhattan

 

LOS SUEÑOS SE CUMPLEN

Ultimos_preparativosYa desde el mismo 7 de agosto, cuando terminé el Canal de la Mancha, tenía claro que quería poseer la Triple Corona de Aguas Abiertas. Parecía que la prueba más dura era el Canal y ya la tenía, por lo que decidí lanzarme a la piscina, nunca mejor dicho, y solicitar plaza para los dos retos que me faltaban.

Esperé a que se abrieran las inscripciones de Manhattan, aún dándole vueltas a la cabeza a la idea, si conseguía entrar en la tercera tanda de esta travesía, pediría plaza para nadar Santa Catalina en junio y conseguiría mi Triple Corona este mismo año, 2018.

En diciembre me confirman la plaza, el 25 de agosto haré la vuelta a nado a la isla de Manhattan, busco fechas en junio, mirando mi calendario laboral y la temperatura del agua de la zona del Sur de California, me pongo en contacto con los barcos y todo cuadra! Consigo plaza en el Pacific Star para nadar el Canal de Santa Catalina el 15 de junio.

IMG_20180615_023420Con el calendario organizado me centro en mis entrenos, hago hincapié en las noches, me cuesta sentirme cómodo nadando de noche, pero procuro ir una vez por semana. Este año también hago una escapada a Dublín para entrenar en aguas frías. Y llega el mes de junio y nos vamos a Los Ángeles, ya que la travesía empieza de noche, planifico un vuelo a dos días de la fecha reservada. La idea es aguantar esos días con el horario cambiado, para que al tirarme al agua a las 23:00, que serían las 7:00 horas en Canarias, evitar que me venza el sueño.

Pasamos dos días en Los Ángeles mirando al mar y comprobando in situ el motivo por el que se nada de noche. En esta zona amanece siempre nublado y fresco, nos sentimos como en casa con la “panza de burro”. Pero a primera hora de la tarde se levanta un viento tremendo que despeja las nubes y alivia el calor de las temperaturas que van subiendo a lo largo del día. El clima tan característico y siempre previsible es lo que hace que la prueba se organice de noche, para evitar los grandes vientos que te alejan de la costa.

IMG_20180615_054019_BURST6Esta travesía, a diferencia del Canal de la Mancha, se hace el día que está planificado, en concreto se inicia la noche anterior y se termina en el día reservado. Al ser nocturna es obligatorio que el barco tenga doble tripulación y también me exigen tener dos kayakers y dos asistentes. A través de Antonio Argüelles, contacto con Dan Simonelli, que me consigue los dos kayakers y va él mismo como asistente junto a Elena. Tengo el equipo completo y quedamos en vernos en el muelle a las 19:00 para salir a las 20:00 y empezar a nadar sobre las 23:00 del día 14 de junio.

Llega el gran día, siguiendo con el plan “ceno” a las 11:00 de la mañana y me acuesto a dormir. Me levanto a las 17:00, preparo todo el material para la travesía, bañador, gafas, gorro, luces led, luces químicas, avituallamientos distribuidos en bolsitas numeradas, para que sea más fácil de identificar por los kayakers, que son los que me lo darán, toalla, grasa, cronómetro y ropa de abrigo.

IMG_20180615_060211Entro al muelle aún de día y lo primero que veo al bajar al pantalán es un león marino que se asoma. Empiezan los nervios, además del nado nocturno, esta travesía se caracteriza por la abundante vida marina que hay y lo acabo de comprobar. Subimos al barco y nos presentamos, capitanes David y Jacob, marineros Elwood y Max, kayakers Dawn y Steve, Observer principal Don Van Cleve, segundo Observer Joel Virgel, asistentes Dan y Elena, nadador Andy. Mientras la tripulación prepara el barco y los kayakers suben su material, Don y Joel repasan conmigo las normas y vemos que las luces químicas que hemos traído para iluminar el barco y los kayaks son muy cortas. Rápidamente Don se ofrece a llevarnos a una tienda cercana para conseguir otras más grandes. Aquí en Gran Canaria nos costó encontrarlos, pero allá los venden en tiendas de todo a $0,99 como juguetes infantiles. Compramos varias “espadas láser” y “varitas mágicas” y regresamos al barco. Este pequeño percance hace que la salida se retrase una hora y por mi cabeza pasa que me voy a ahorrar una hora de oscura noche, que por cierto no tenía luna.

IMG_20180615_060531_BURST18Puntual a las 21:00 zarpa el Pacific Star rumbo a la zona norte de la isla de Santa Catalina, desde donde empezaré la travesía. En las 2 horas largas que dura el trayecto los kayakers y media tripulación bajan a dormir a los camarotes, quedando en la cabina los Observers, Elena y yo. Hace frío, pero me abrigo bien y echo una cabezada. Se ralentizan los motores y me dicen que estamos muy cerca, que puedo empezar a prepararme. En ese momento caigo en la cuenta de que no he comido nada desde las 11:00 de la mañana, qué fallo tan gordo he tenido, pensando en descansar se me ha olvidado comer! Me como 3 plátanos, bebo algo y me preparo, bañador, grasa por todo el cuerpo, luces en las gafas y bañador, gorro, gafas y listo. Foto de rigor, aún medio dormido, kayaker en el agua esperando por mí, últimas instrucciones y al agua.

No veo nada, Dawn con su kayak me dirige hacia la playa donde tengo que salir completamente del agua para que empiece el reto. Tengo que atravesar la línea de boyas y Dawn me indica que las pase por debajo, lo intento pero hay una columna de algas muy tupidas y decido pasar por encima, oigo un chapoteo y se asoma a mi lado un curioso león marino, que parece asombrado de verme allí. El pulso se me acelera y salgo a la arena, me quedo un rato de pie, tranquilizándome y visualizando lo que me espera. Levanto la mano, suena la bocina del barco, el Observer pone en marcha el cronómetro y empiezo a nadar. Son las 00:10, las 8:10 en Canarias.

IMG_20180615_073426_BURST13Me noto lento e incómodo, solo veo a mi izquierda las luces del barco, que me deslumbran bastante y me impiden ver a la tripulación, respiro de vez en cuando a la derecha para ver el kayak y sentirme acompañado. El agua está a 17º pero la temperatura exterior es de 12º, por lo que la sensación térmica es muy baja, en contra de lo esperado, estoy pasando más frío que en el Canal de la Mancha.

Hemos pactado que cada hora pararé a tomar avituallamientos, el kayaker tendrá bolsitas numeradas para que sea más fácil la comunicación en Spanglish y los botes con las bebidas. Como no veo mi reloj, me tienen que avisar desde el barco con un código de luces cuando me queden 10 minutos para comer, en esos 10 minutos decido lo que quiero comer y me paro, canto el número de bolsita y pido la bebida. Este método es más lento, porque además el kayaker no tiene luz suficiente y le cuesta encontrar la bolsita numerada, lo que hace que las paradas sean más largas y el frío me afecte mucho más.

Después del segundo avituallamiento oigo unos chillidos, levanto la cabeza pensando que me estaban hablando desde el barco, pero no son ellos, se oyen gritos y salpicaduras a lo lejos y veo sombras debajo de mí. El pulso se me acelera y la cabeza empieza a darme vueltas, no sé que pensar para tranquilizarme, cuando una de las sombras me da un golpe en el muslo. Apenas puedo respirar del susto, pero decido seguir nadando, pensando que eran delfines juguetones.

OLYMPUS DIGITAL CAMERALlega la tercera hora y coincide mi turno de comida con el cambio de kayak, la parada se hace larga y empiezo a temblar, no me sienta bien esta comida y empiezo a nadar con ardor de estómago. Pasan unos minutos, vomito y sigo nadando. Ahora me encuentro mejor, me concentro en mis brazadas y en todo lo que lleva cada una de ellas, entrenos, sacrificios, cansancio y esperanza para los niños de Pequeño Valiente, esto me ayuda a volver a estar al máximo.

Pasan las horas y sigo nadando helado, pero poco a poco va clareando y me animo, pensando que con el día el sol me calentará. Amanece un día nublado y llega una pequeña llovizna que me hace perder la esperanza, tengo claro que voy a nadar todo el tiempo con frío y me concentro para que no me afecte.

Veo a Elena mirando hacia atrás y señalando y me asusto, le pregunto y me dice que había visto gaviotas. Luego me diría que lo que había visto era una aleta de tiburón, que se me acercaba por detrás, que dejó de señalarla y la siguió con la mirada, escondida detrás de las gafas de sol para que no me diera cuenta, que la aleta se acerco a unos 20 metros por detrás y giró de repente, se hundió y no se acercó más. Menos mal que no le interesé!

IMG_20180615_094225_BURST11Se van la lluvia y las nubes y llegan el sol y el viento, que trae alguna ola. Se me hace más incómodo nadar, pero ya nada ni nadie me distrae de mi objetivo, cada vez que levanto la cabeza lo veo más nítido, ahí está California y allá voy. Algunas medusas me acarician, pero no me afecta demasiado el picor.

Me empiezo a cruzar con las famosas algas típicas de California, las kelps, son tan grandes que es molesto enredarte en ellas y además puede que haya algún león marino escondido, por lo que intento esquivarlas.

IMG_20180615_100738_BURST9Al salir el sol me siento un poco mejor y en uno de los avituallamientos canto en voz alta la matraquilla que llevo tarareando desde hace rato “y la meta pa’cuando”. Todos reímos y sigo nadando. Todavía con la sonrisa en la boca, siento cómo la temperatura del mar cae de golpe, miro el reloj y me marca 13º! Ya sabía que cerca de la costa había una corriente fría, pero el cambio fue tan brutal que me pilló desprevenido. Busco el lado positivo, esto quiere decir que estoy muy cerca de lograr mi reto, pregunto cuánto me queda y me dicen que 4. Perfecto, queda muy poco, calculo que una hora, y tengo fuerzas por lo que decido apretar, para llegar antes y para sentir menos frío. Me costó darme cuenta, pero al ver que no llegaba a la costa, en el último avituallamiento me aclaran que eran 4 millas no kilómetros, es decir unos 7 kms. Varapalo y concentración para seguir, aflojo el ritmo y me concentro.

IMG_20180615_102310Pronto se acerca la costa, dejamos Long Beach a la derecha y San Pedro también, nos acercamos a Rancho Palos Verdes y puedo ver que cada vez hay menos profundidad. Me dan a elegir entre llegar al punto más cercano, pero trepar las rocas para quedar con todo el cuerpo fuera del agua y dar así por finalizada la travesía, o nadar unos 700 metros más y llegar a la arena. Prefiero llegar a la arena y además, a la playa de la derecha que, aunque más alejada, tiene menos kelps y menos leones marinos curioseando.

En los últimos metros saltan al agua los dos kayaks, el barco se detiene en la ensenada de Smuggler’s Cove mientras Dawn y Steve me ayudan a esquivar las algas y me escoltan hasta la arena. Toco tierra, camino hacia fuera del agua y cuando salgo completamente suena la bocina del barco, los Observers paran el cronómetro y todos me aplauden. Me siento en la arena a reposar y a digerir lo que acaba de pasar, 34,2 kms, 10 horas y 15 minutos, la mayor parte de noche, solo y pasando mucho frío, pero está hecho, he nadado el Canal de Santa Catalina, he sido el primero del año 2018, primer canario y octavo español en lograrlo y he vendido todas mis brazadas a favor de la Asociación de niños con cáncer Pequeño Valiente.

IMG_20180615_102345Ya tengo mi segundo eslabón de la Triple Corona, solo me falta el último, el próximo 25 de agosto en Manhattan.

Vuelvo al barco agarrado a uno de los kayaks, no doy ni una brazada más!

Ahora toca relajarse y disfrutar un poco de este país, tan diferente a Europa pero donde nos hemos sentido como en casa, por la amabilidad de la gente y por la “panza de burro” que tuvimos todos los días en Los Ángeles.

¡Muchas gracias a todos por apoyarme y seguirme!

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Noche en blanco

img_20180614_102446En pocas horas comenzaré mi reto. A las 20:00 horas de California (4 de la mañana del día 15 hora Canaria) zarpamos en el Pacific Star rumbo a la isla de Santa Catalina. Conmigo se inaugurará la temporada de 2018 de cruces del Canal de Santa Catalina.

En las 2 horas del trayecto me prepararé mentalmente para pasar la noche en blanco, entera nadando. Amanecerá a las 5:45 (13:45 hora canaria) y procuraré llegar lo antes posible a la costa.

Recibiré las últimas instrucciones del capitán David Harvey, los Observers Don y Joel, me recordarán las normas y me equiparé con mi bañador, gorro, gafas y luces, me untaré todo el cuerpo de grasa y me lanzaré a las negras aguas del pacífico sobre las 23:00  (7:00 en Canarias), acompañado de mis kayakers Dawn y Steve, que se turnarán para escoltarme en todo momento.

En el barco tendré a Dan y a Elena pendientes de mis avituallamientos y del seguimiento en Facebook y Twitter.

img-20180611-wa0010Podrás saber mi posición en todo momento a través del track:

https://livetrack.garmin.com/session/513fc80f-e064-4ec4-ab78-b600f96e05a1/token/86ADA26823B552ABB85C13C86DDC8D2A

Y recuerda comprar mis Brazadas Valientes en favor de los niños de Pequeño Valiente!

Muchas gracias por seguirme y apoyarme!

CALIFORNIA DREAMINGS

20170808_205308En una semana estaré rumbo a Long Beach, desde donde zarparemos a bordo del Pacific Star, con David Harvey al mando, el 14 de junio a las 20:00 (hora local), rumbo a la isla de Santa Catalina.

Sobre las 22:00 horas comenzaré a nadar hacia el continente de nuevo, acompañado por 2 kayakers, 2 tripulantes encargados de mi avituallamiento, el capitán David y su tripulación, más el Observer de la Catalina Channel Swimming Federation, que certificará mi logro.

Serán 33,7 kms nocturnos, con el mar entre 16º y 18º, sin luna y con un coeficiente alto de marea, por lo que tendré bastante corriente que intentaré aprovechar a mi favor. Iré siempre acompañado por 2 kayaks, que me escoltarán durante las 10 o 12 horas que estaré nadando sin parar, sin agarrarme en ningún momento a las embarcaciones y sin recibir ayuda externa, salvo los avituallamientos, que cogeré de una cesta que me prepararán aproximadamente cada hora.

El amanecer del día 15 a las 5:45 me pillará acercándome a la zona de Ranchos Verdes en Long Beach, donde la temperatura del agua cae bruscamente unos 5º. Esto hace que el final sea más duro, pero estoy preparado para luchar hasta el final, para llegar a la costa con mis Brazadas Valientes, por todos los niños de Pequeño Valiente y sus familias.

La diferencia horaria de las islas Canarias con California es de 8 horas, así que el viernes 15 a las 6:00 (hora canaria) empezaré a nadar durante 10 o 12 horas, hasta las 18:00.

Toda la información de la travesía la podrás seguir en Facebook y en Twitter.

Esta será la segunda etapa de la Triple Corona de Aguas Abiertas, que pretendo culminar en agosto con la vuelta a nado a la isla de Manhattan.

¡Muchas gracias a todos por seguirme y apoyarme!

46 Kms en Manhattan

swim_manhattanA finales de 2017 conseguí plaza para la vuelta a nado a la isla de Manhattan. Esta travesía, que forma parte de la Triple Corona de Aguas Abiertas, consiste en rodear la isla de Manhattan (New York) en sentido contrario a las agujas del reloj.

Esta peculiar prueba fluvial atraviesa los ríos East, Harlem y Hudson, dando la vuelta completa a Manhattan, pasando por debajo de los 20 puentes que la comunican con el resto de barrios neoyorkinos y frente a la Estatua de la Libertad, en el tramo final del río Hudson. La distancia total a recorrer es de unos 46 kilómetros, con tramos de corriente favorable y con aguas muy sucias.

Manhattan swimDesde que se nadó por primera vez en el año 1915, más de 1000 personas lo han logrado, de las cuales 70 lo consiguieron en el último año. Aunque antiguamente se podía nadar en solitario, en la actualidad solo se realiza en formato carrera de 15 participantes, si bien cada nadador va en solitario y con bañador tradicional. Este año la organización solo tiene permiso para organizar 4 travesías de 15 participantes cada una y yo he sido seleccionado para participar en la tercera, el 25 de agosto de 2018.

Aunque pueda parecer más sencilla que el Canal de la Mancha, ya que la temperatura del agua rondará los 22º, no hay que subestimar los 46 kms y las corrientes, por lo que sigo entrenando con tesón, preparándome para Manhattan y para algo más

LA REVANCHA DE RANDE

Cartel 6 Batalla de RandeEl próximo sábado día 17 de junio estaré de nuevo en la Playa de Rodas (Islas Cíes) listo para comenzar mi tercera Batalla de Rande. Este año seremos 77 nadadores, clasificados en 3 grupos según los ritmos de nado, que saldremos a las 9:15 el grupo lento, a las 10:00 el grupo medio y a las 10:45 el rápido, en el que me encuentro yo, que por supuesto iré sin neopreno.

Está será mi última travesía antes de afrontar el Canal de la Mancha, por lo que tengo muchas ganas de probarme y ver mis prestaciones. Además, tengo la revancha pendiente con la Ría de Vigo, ya que el año pasado las condiciones climáticas obligaron a neutralizar la Batalla cuando llevaba 20 kms.

El recorrido es el mismo, desde la Playa de Rodas nos adentraremos en la Ría de Vigo, pasando por Aldán, Cangas (km 10), Moaña y Domaio (km 20). Tendremos avituallamientos cada 3000 mts y, como novedad este año, a partir del cuarto avituallamiento se lanzará la travesía, siendo competitiva durante 15 kms, frente a los últimos 5 kms de otras ediciones. Otra novedad importante es el uso obligatorio de boya de seguridad, donde cada nadador llevará un dispositivo GPS, que permitirá saber en todo momento su posición, lo cual incrementa la seguridad y facilita el seguimiento.

Batalla de Rande 2016Es muy importante llegar al Puente de Rande cuando la marea está subiendo, porque con el cambio de marea la corriente en contra es tan fuerte, que multiplica la dificultad del recorrido, lo que sumado a las bajas temperaturas del agua  de entre 16º y 18º, hacen que sea una de las travesías más duras y difíciles.

Este sábado 17 de junio a partir de las 9:45 (hora canaria) estaré librando mi última Batalla antes del Canal de La Mancha y podrás seguir mi evolución a través de mi Facebook y Twitter, así como con el seguimiento en tiempo real de cada uno de nosotros en el Track de la Batalla de Rande.

 

 

SEGUNDO DESAFÍO SOLIDARIO BIMBAPE

Logo II reto bimbape¡Se acerca el momento de pasar a la acción!

Después de muchas horas de entrenamiento, en un mes exacto estaré listo para comenzar el Segundo Desafío Solidario Bimbape, que se desarrollará los días 5 y 6 de mayo a beneficio de Pequeño Valiente. Será  una travesía en dos etapas que unirá las islas de Tenerife y La Gomera.

Contaremos con la organización del GRD Mar de las Calmas, capiteneada por Santiago Arteaga, que movilizará los equipos sanitarios, de seguridad, de logística y de apoyo necesarios para garantizar el éxito de la prueba.

  • Primera etapa: El día 5 de mayo de 2017 la travesía comenzará a las 6:00 en la playa de Puerto Santiago, para llegar a la playa de la Cueva de San Sebastián de la Gomera a media tarde, después de recorrer los 40kms aproximados.
  • Segunda etapa: El día 6 de mayo de 2017 será la salida desde la playa de la Cueva rumbo a la playa de Puerto Santiago al sur de Tenerife, recorriendo de vuelta los 40kms aproximados del día anterior.

Recorrido segundo retoLa Asociación Pequeño Valiente, Premio Canarias 2016 en la modalidad de Acciones Altruista y Solidaria, se creó en 2007 con el objeto de cubrir las carencias y necesidades de los niños canarios enfermos de cáncer y de sus familias, prestando apoyo psicológico y moral, atención social a los que la necesiten, facilitando la integración educativa y organizando proyectos y actividades lúdicos, de sensibiliazación, de capatación de voluntarios, etc. Además, poseen instalaciones adecuadas para las familias de niños con largos ingresos hospitalarios fuera de su isla de residencia y proporcionan ayuda económica a los más desfavorecidos

Esta vez seremos 6 amigos los que nademos en beneficio de la asociación Pequeño Valiente, para la restauración de sus instalaciones. Quique Fernández, Jonay García, Migue Rodríguez, Libertad Ramos y Carlos Alberto Pérez serán mis compañeros de aventura.

ninosconcancerQueremos dedicarle este reto a Antonio González Valerón, hijo de un componente del GRD Mar de Las Calmas y a Alejandro Pérez Flores, hermano de Carlos, que ya no están con nosotros y a todos los que se han sufrido o siguen sufriendo esta enfermedad, ¡todo nuestro esfuerzo va por ellos!

¡Serán 80 kms en 2 días consecutivos, sin apenas tiempo para descansar, donde llegaremos al límite de nuestras posibilidades, para dar visibilidad y conseguir fondos para los verdaderos protagonistas, los pequeños valientes!

 

CRÓNICA DEL DESAFÍO SOLIDARIO BIMBAPE

andy-bimbape-1Se acabó la temporada con el Desafío Solidario Bimbape. Este reto fue algo diferente a los demás, su carácter solidario hizo que además de prepararme física y mentalmente, me implicara en la organización y búsqueda de financiación para la silla ortopédica de Aitor, el verdadero protagonista.

Desde que llegamos a El Hierro el día 1 de octubre, el director del evento, Santiago Arteaga, mis 5 compañeros, Diego Ceres, Jonay García, Quique Fernández, Adrián Luis, Migue Rodríguez y yo nos convertimos en inseparables.

La primera reunión técnica, con cena incluida fue el mismo día 1 en el Bodegón Las Paredejas, allí conocimos a todo el equipo que de manera altruista nos iba a acompañar en cada etapa, médico, físio, kayaker, director, patrones de las embarcaciones, fotógrafos, personal de emergencias y el importantísimo Argimiro, pescador experto de las aguas herreñas, que iba a abrir camino en cada etapa, todos ellos comandados por el jefe de seguridad Santiago González, que tenía la responsabilidad de coordinar todos los aspectos que salvaguardaran nuestra integridad física. Nos anuncian que las condiciones meteorológicas iban a empeorar a partir del tercer día de reto, por lo que es aconsejable nadar las etapas en diferente orden, para afrontar las de la costa norte, a priori más duras, con las mejores condiciones climáticas.

20161002_095728Quedamos en el Muelle de la Restinga el día 2 de octubre a las 9:00, para preparar y cargar las embarcaciones y despedirnos allí de todos nuestros seguidores, especialmente de Aitor, que iba a hacer el esfuerzo de seguirnos en cada etapa y embarcamos a las 10:00 rumbo al Guincho, en la costa oeste de la isla, donde empezaremos a nadar, haciendo el último tramo de la primera etapa y la segunda etapa completa, 28 kms en total.

Mientras los vehículos de emergencias nos siguen por tierra, atravesamos el Mar de Las Calmas nerviosos y expectantes, pensando en los próximos 4 días, ya que ninguno de nosotros había hecho antes travesías tan largas consecutivas. No sé si para alentarnos o para distraernos de nuestros pensamientos, en mitad del Mar de Las Calmas recibimos la visita de un grupo de calderones.

14570729_10208007467086970_6076091305652131649_oDespués de que mis compañeros se enfundaran sus neoprenos, ya que seré el único que nade sin traje, a las 11:00 nos tiramos al agua rumbo a Las Puntas. De principio a fin mantenemos un ritmo de 3500 m/hora, vamos juntos y esperándonos, disfrutando por fin de lo que más nos gusta, relajados y divertidos. A los 10 kms recibimos la visita de un tiburón martillo que merodea a nuestro alrededor, aunque por suerte no despertamos su interés y se va rápidamente.

Gran recibimiento a la llegada en Las Puntas sobre las 20:00, que nos hizo olvidar el cansancio de los 28 kms en poco más de 9 horas y directos a La Restinga para cenar en la Pizzeria Italiana, briefing de la segunda etapa y a descansar, con un ibuprofeno para calmar el hombro derecho, algo dolorido.

Nos concentramos el día 3 de octubre en el Muelle de La Restinga para trasladarnos en coche hasta Las Puntas y comenzar la segunda etapa, la más dura del programa porque el norte de la isla se caracteriza por sus fuertes corrientes.

Comenzamos a nadar de nuevo a las 11:00 y, aunque la primera media hora tenemos un mar calmado y sin viento, poco a poco se van levantando las olas y la corriente que dificultan el avance. A partir de hoy no nadamos juntos sino en pequeños grupos de dos o tres, pues tenemos ritmos muy diferentes. En contra de lo que esperaba, el hombro me molesta mucho menos, supongo que el nadar más cómodo a mi ritmo ayuda algo. Llegamos al Muelle de La Estaca a donde entramos agrupados, después de 8 horas y 24 minutos y 26 kms.

Rápidamente nos trasladamos a La Restinga, tenemos algo más de tiempo para ducharnos y cenar juntos, recibimos el briefing de la tercera etapa y me voy a descansar.

14566219_923351664436168_4891412503707946907_oEl día 4 de octubre volvemos a trasladarnos en coche hasta el Muelle de La Estaca y comenzamos a nadar desde allí a las 10:00 de la mañana. Se han cumplido las previsiones meteorológicas y el tiempo ha empeorado considerablemente, las olas enormes y el viento nos acompañan en todo momento haciendo que nuestro nado sea una lucha constante e incómoda, también los barcos de apoyo lo pasan mal, en especial el kayaker. Nadamos por parejas o tríos, esperándonos en los avituallamientos y gracias a la corriente a favor, logramos llegar a La Restinga pasadas las 16:00 horas, sumando otros 20 kms en 6 horas y unos minutos. Es la tarde más larga, tenemos tiempo de merendar y descansar antes de quedar para cenar y comentar la última etapa.

Decidimos hacerla en sentido contrario, para que la llegada sea de nuevo en La Restinga, por lo que tenemos que desplazarnos en barcos a la zona del Guincho, el día 5 de octubre, desde donde a las 10:00 afrontamos los últimos 26 kms del reto.

20161005_182819La corriente en contra no minó en ningún momento nuestra determinación, íbamos a conseguirlo, rodear a nado la isla de El Hierro, 100 kms en 4 etapas consecutivas, repetimos la estrategia de los dos últimos días, nadando cada cual a su ritmo y esperándonos en las paradas, avanzando firmemente hacia nuestro objetivo, a donde llegamos después de 8 horas y 25 minutos.

Este es el resumen de las etapas:

  • 2 de octubre: del Guincho a las Puntas (28 kms – 9:05 horas)

  • 3 de octubre: de las Puntas a La Estaca (26 kms – 8:24 horas)

  • 4 de octubre: de La Estaca a La Restinga (20 kms – 6:05 horas)

  • 5 de octubre: del Guincho a La Restinga (26 kms – 8:25 horas)

  • TOTAL: 100 kms – 32 horas y 59 minutos.

Con este reto finaliza mi temporada, preparándome ya para afrontar el Canal de la Mancha el próximo verano.

¡Muchas gracias a todos por seguirme y muchas gracias a los fotógrafos JR Marcelino y Alexis W Net por las imágenes del reto!

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